miércoles, 24 de marzo de 2010

El Bien

Cuando se produce el interrogante que involucra a un vocablo tan naturalizado en la sociedad, resulta bastante complicado de definir su significado, y usualmente se tiende a caer en la retórica de hacerlo involucrando la misma palabra o el mismo término. Entonces… ¿Qué es el bien?

Si tomamos un diccionario, usualmente nos encontraremos con definiciones como: “De modo adecuado o correcto, como es debido y convenientemente”, “Cosa que es útil y buena para una persona o un grupo y que produce felicidad”, o “Idea abstracta de todo lo que es moralmente bueno o perfecto, aquello hacia lo que los seres humanos tienden como preferido, útil, deseable, etc. y de cuyo estudio se ocupa la ética.

Entre las definiciones destacadas, la que se encuentra en tercer lugar resulta más interesante para desarrollar un comentario o interpretación del término. Aquí se enmarca al bien como algo hacia lo que los seres humanos tienden a buscar, a lo cual creemos necesario agregar que, el bien para el ser humano puede ser de manera individual (cada uno busca su propio bien) o de carácter colectivo (un grupo de personas se unen en torno a la búsqueda de un bien en común). Pero es interesante destacar que en el segundo caso, en el bien colectivo, también estaría impulsado por el bien individual de cada uno de los individuos que conformen al grupo, ya que, si no tuvieran la misma idea en común, no se unirían para buscarlo. En otras palabras, este bien también surge del bien individual, es decir, del bien de cada uno.

Sin más preámbulos, creemos que no podemos definir lo que significa el bien para cada una de las personas. Sino que, en consecuencia, ellas deben transitar su camino en búsqueda del mismo con la mayor responsabilidad y cuidado que se merece, ya que en la indagación, el bien puede ir de la mano con una pequeña (o gran) proporción de su antítesis, el mal.


Creemos que una película que expresa este tema es John Q




Es la historia de un niño que necesita un transplante de corazón para poder vivir, pero sus padres no poseen suficiente dinero para pagar la operación. Entonces, su padre (Denzel Washington), decide irrumpir en el hospital por la fuerza, y no abandonar la toma del mismo hasta que a su hijo se le realice dicha operación que necesita. Aquí es donde surge el interrogante. ¿Ha hecho el bien el padre en tomar el hospital para que su hijo reciba la operación? ¿Ha sido correcta la decisión? ¿Qué hubiera ocurrido con el niño, si el padre no hubiera hecho eso?

En el transcurso de la película, la gente comienza a apoyar la causa del padre, ya que comienza a sentirse identificada con la situación que transita el mismo. Finalmente, el hijo logra vivir gracias al trasplante, pero se condena al protagonista por la toma del hospital. La condena que este recibe, no es muy larga, a partir de que los rehenes no declaran en su contra.

Aquí se puede ver cómo para la sociedad, el bien radicaba en que el niño sea operado, ya que la gente no atestigua en contra del personaje, pero como se ha expresado en la reflexión anterior, el bien puede ir acompañado del mal, como en este caso, en el cual la única forma de hacer el bien por parte del protagonista fue tomando el hospital y a la gente que estaba dentro como rehenes.

martes, 23 de marzo de 2010

Filósofos Presocráticos

En cierto modo, podría decirse que la filosofía surge en el momento en que el pensamiento griego antiguo evoluciona desde el mito hacia el logos; desde una concepción puramente basada en la fantasía, en conceptos sobrenaturales, hacia una interpretación que intenta resultar convicente en base al análisis racional que no encuentra el fundamento en una relación arbitraria, sino que trata de justificarse en la aplicación de leyes necesarias.
De tal manera, el concepto del logos es invocado por los primeros filósofos como comprensivo de tres elementos constitutivos; un orden existente en la realidad que es preciso llegar a descubrir, una capacidad humana consistente en la razón que es el instrumento para captar ese orden natural de la realidad, y un instrumento esencial para expresar y transmitir ese conocimiento, que es la palabra, el lenguaje. Son por lo tanto, tres componentes que están estrechamente relacionados, en cuanto factores que permiten al hombre conocer, comprender y comunicar la verdad real de la naturaleza.

-Tales de Mileto, que vivió probablemente entre 636 y 546 A.C. es considerado el fundador de la filosofia griega. Ya en la antigüedad fue incluído como uno de los siete sabios de Grecia, habiendo sido reconocido como matemático y astrónomo. Habiendo viajado a Egipto, se estima que recogió allí lo esencial de los conocimientos en materia de geometría, en base a los que desarrolló su famoso teorema de la proporcionalidad de los segmentos de rectas inclinadas sobre un sistema de paralelas. En lo que se refiere a la astronomía, se le atribuye haber efectuado por primera vez la predicción de un eclipse que habría tenido lugar en 585 A.C.; y asimismo haber escrito un manual de navegación basado en la constelación de la Osa Menor, un tratado sobre los solsticios y otro sobre los equinoccios.
Sostenía Tales que la arkhé o sea el principio de todas las cosas, su origen, era el agua. En su concepto, la Tierra era un disco que flotaba sobre el agua del océano; el agua era el origen de la vida, y de tal manera todas las cosas de alguna forma estaban vinculadas con el agua. Por otra parte, era el agua lo que confería a todas las cosas su misma condición de movilidad e inestabilidad, lo que para Tales constituía la explicación de lo cambiante del mundo real.
La segunda afirmación de Tales es interpretada en el sentido de que todas las cosas están afectadas por un principio que les da vida; con el alcance de que la vida está presente en toda la realidad. Por ello, para Tales, el Universo se explica por sí mismo, es autosuficiente. Tales, al igual que Anaximandro y Anaxímenes conciben a la materia como algo viviente, por lo que se les denomina “hilozoístas”.

-Anaximando de Mileto, que fue discípulo de Tales, pudo haber vivido entre 611 y 547 A.C. Se apartó de la concepción de su maestro, considerando que la arkhé era el principio común a todas las cosas en su diversidad; de manera que nunca podría ser algo concreto como el agua.
Para Anaximandro, el principio de todo es lo indeterminado, lo indefinido, lo ilimitado lo infinito; para lo cual empleaba el término “to àperion”; lo que Aristóteles posteriormente llamaría materia prima, pero que Anaximandro utiliza con un alcance más abstracto, con referencia a la existencia de un material común a todas las cosas y seres materiales.

-Anaxímedes de Mileto, de quien se cree haya vivido entre 588 y 524 A.C., compartía el concepto de que existía una arkhé concreta, aunque para él era el aire; de cuya condensación se originan todas las cosas.
Su fundamento para sostener tal cosa, era que el aire es necesario para todo lo que tiene vida. Al mismo tiempo, el aire sirve en la concepción de Anaxímedes al mismo fin de explicar lo cambiante de todas las cosas, como el agua para Tales. Se trata de un principio más leve que el agua, pero que tiene igualmente una naturaleza material; lo que permitía al filósofo considerar que el mundo estaba como flotando, suspendido en el aire.

- Pitágoras nació en la isla de Samos hacia el 584 A.C. y falleció en Metaponto hacia el año 496 A.C. Educado en las doctrinas de Tales de Mileto y sus seguidores, fue desterrado de Samos por Polícrates, por lo que se radicó en Crotona, en el sur de la península italiana donde fundó una escuela en la cual el objetivo para sus alumnos era alcanzar la purificación. Se considera que fue Pitágoras el primero que utilizó el nombre de filósofo para describir su afecto por la sabiduría.
La escuela pitagórica se bifurcó en dos corrientes, una de ellas místico-religiosa y la otra científico-matemática.

Los pitagóricos místicos, pertenecientes a la primera de ellas, fueron los que más se atuvieron a las reglas de una convivencia en comunidad; que guardan clara similitud con las aplicadas en la época medieval en la vida de los monasterios cristianos.
Las almas se encontraban agrupadas, flotando en el aire, y entraban en el cuerpo por medio de la respiración; de modo que una vez en el cuerpo, debían realizar un proceso de purificación llamado katarsis. Mediante él debían liberarse nuevamente de lo corpóreo a través de la vida ascética; hasta obtener una última liberación con la muerte, para efectuar nuevas reencarnaciones que le permitieran alcanzar una total libertad y perfección.
Las tesis de los pitagóricos místicos sobre la existencia e inmortalidad del alma permanecieron, en realidad, mucho más en el terreno de las creencias que en el propio de la filosofía, por cuanto ni siquiera intentaron una fundamentación racional de ellas.

El pitagorismo matemático sostenía que el origen del orden cósmico estaba en los números; que todo puede ser reducido a la noción de número y expresado por números, y que la naturaleza está toda ella escrita en números.
Identificando el ente (todo lo que es) con los objetos matemáticos, estos pitagóricos consideraban que los números son perfectos y en definitiva eran las cosas mismas. Durante el siglo V A.C., la escuela pitagórica ubicó en el centro del pensamiento filosófico el problema del orden y de la organización, asignándole más importancia que al problema del origen del kosmos.
Para ellos, tanto los números como la oposición entre lo finito y lo infinito, constituían la sustancia de todas las cosas. Los números eran los principios; y de sus elementos: lo par por lo ilimitado y lo impar por lo limitado, procedía la unidad del ser. El diez era el número perfecto; por lo cual diez tenían que ser los cuerpos celestes que se movían alrededor del fuego central, llegando así a la conclusión de que, como solamente se conocían nueve, debía existir otro, al cual llamaron la anti-Tierra. Fueron los primeros en concebir a la Tierra como un globo que, al igual que otros, giraba en torno al Sol.
De la relación existente entre las matemáticas y la escala de los sonidos musicales - lo cual fue otra importante contribución pitagórica - dedujeron la teoría de la “música de las esferas”, que sería resultado del sonido emitido por el Sol, la Luna y las estrellas; a causa de la armonía del Universo que hacía que los cuerpos celestes estuvieran separados entre sí por intervalos equivalentes a los de las cuerdas armónicas de los instrumentos musicales.

-Empédocles nació en Agrigento alrededor del 493 A.C. y falleció en el año 433 A.C. Fue discípulo de Pitágoras y de Parménides y tuvo una activa participación en la vida política de su ciudad natal.
El pensamiento de Empédocles debe integrarse en el desarrollo cronológico de los primeros pasos de la filosofía griega, dado que representa una continuación de las concepciones materialistas de la arkhé, en cierto modo como respuesta a las objeciones que su maestro Parménides formulara a las ideas de los filósofos de la escuela de Mileto; pero en forma contemporánea al desarrollo de los primeros metafísicos.
Empédocles sostuvo que en la naturaleza no había uno sino cuatro principios invariables y permanentes, a los que llamó los cuatro elementos: el agua, el aire, la tierra y el fuego. Por primera vez enunció lo que ulteriormente ha sido el principio de continuidad de la materia (Lavoisier), al afirmar que en la naturaleza nada nace ni nada muere, sino que estos cuatro elementos alternativamente se unen y se separan. El factor que impulsa esas uniones y separaciones, es una causa eficiente: el amor que une y el odio que separa; y que actúan sobre esos cuatro elementos combinándolos en una infinita variedad de formas.
Sostuvo que en la realidad se cumplen ciclos. Al principio impera el amor, y entonces los cuatro elementos están absolutamente unidos; hasta que poco a poco el odio los va penetrando y finalmente los separa. Pero el ciclo recomienza porque el amor vuelve a imponerse y nuevamente reúne los elementos; y así ocurre en forma eterna, sin que ninguno de esos cambios permanentes produzca la creación de nueva materia.
De esta manera, se asigna a Empédocles el haber originado la concepción cíclica del tiempo y de la naturaleza, del eterno retorno a lo anterior; un concepto que reaparecerá siglos después en la filosofía con Nietsche y en la sociología con Wilfredo Pareto y su “corsi e recorsi”.
También se adjudica a Empédocles haber formulado una primaria idea de la Teoría de la Evolución darwiniana, al considerar que las personas y los animales provenían todos ellos de formas anteriores, precisamente por esa recombinación sucesiva de los elementos.

-Anaxágoras nació en Clazomene - ciudad que estaba cerca de la actual Izmir, en Turquía - alrededor del 500 A.C. y vivió hasta el año 428 A.C. Fue el primer filósofo que se estableció en Atenas, alrededor del 480 A.C. Tuvo como alumnos a Pericles, a Sócrates y también a Eurípides.
Luego de haber enseñado en Atenas por casi tres décadas, fue sometido a juicio por impiedad contra los dioses - antecedente del proceso a Sócrates - porque sostuvo que el Sol no era un fuego sino una piedra caliente, y que la Luna había surgido de la Tierra. Luego de eso, se radicó en la ciudad jonia de Lampsaco, colonia de Mileto, donde le alcanzó la muerte. También parece haber sido uno de los primeros en exponer sus doctrinas en forma de textos o libros; aunque de su obra “Peri physeos”, solamente se han conservado algunos pocos fragmentos.
sostuvo que toda la materia ha existido en su forma primaria en pequeñas partículas, similares a las semillas, que en su infinita pequeñez encerraban las cualidades de todas las cosas; por lo cual Aristóteles las llamó homeomerías. Consideraba que cada sustancia está compuesta por la agregación de innumerables partículas de su mismo material.
Estas partículas han existido desde la eternidad, pero en algún momento son organizadas por un orden proveniente de lo que Anaxágoras denominó el Nous, una Mente superior o inteligencia eterna, que contiene el principio del movimiento.

- De Leucipo se supone que vivió en la ciudad tracia de Abdera, aproximadamente entre el 450 A.C. y el 370 A.C.; y casi nada se conoce a su respecto ni de sus posibles escritos. Se reconoce, no obstante, que ha sido el verdadero creador de la concepción atómica de la materia, cuyo desarrollo fuera expuesto por su discípulo Demócrito.

- Demócrito nació en Abdera alrededor del 460 A.C. y falleció en el año 370 A.C. También escribió varios libros exponiendo sus concepciones, de los que solamente se han conservado breves fragmentos. Habiéndose ocupado también del tema de la necesidad de alcanzar la felicidad y la alegría como el bien mayor, a través de la moderación y la tranquilidad; Demócrito ha sido conocido como el filósofo “alegre”, en contraposición con Heráclito a quien se conoció como “el oscuro”.
Leucipo y Demócrito, consideraron que toda la materia provenía de la unión de unas partículas indestructibles, tan pequeñas que eran invisibles, a las que llamaron átomos: no divisibles. Esas partículas se mueven eternamente en un espacio vacío infinito, al que llamaron kenón; de modo que por su movimiento eterno y como resultado del azar, chocan unas contra otras y forman todas las materias.
Por lo tanto, conforme a la concepción de los atomistas, existen cuatro principios fundamentales:
Los átomos
El kenón o vacío
El movimiento eterno
El azar
Aunque estarían todos hechos de la misma sustancia, los átomos serían diferentes en su tamaño, consecuentemente en su peso, y se colocarían en la materia en distintas posiciones; lo que sería el origen de las distintas maneras en que las sustancias son percibidas por los sentidos. El alma sería el resultado de la unión de los átomos más sutiles.

- Heráclito nacido en el 540 A.C. en la ciudad de Efeso, en Asia Menor, y fallecido en el año 484 A.C., expuso su teoría en un libro llamado “De la naturaleza de las cosas”, del cual se han preservado extensos fragmentos. También se ocupó de las cuestiones de la sociedad, propugnando como ideal de vida la obediencia de las leyes.
Lo esencial de la naturaleza, en su concepto, es que todo está constantemente en movimiento, todo cambia; lo que ejemplificó con su conocida expresión de que “nadie puede bañarse dos veces en el mismo río”.
Heráclito propone como arkhé, el fuego; porque considera que al estar todo en permanente cambio, todo participa de la inestabilidad del fuego. De tal manera, incorpora a la noción del “ser” expuesta por filósofos anteriores, el concepto del fluir de las cosas, que consideró como la realidad subyacente a todas las cosas, comprendiendo en ello las aparentemente más estables.
La realidad está sometida permanentemente a una tensión de cambio, que es como un combate entre todos sus componentes. Pero ese continuo transcurrir de todas las cosas bajo esa tensión está regida por una ley universal, que es el logos, cuyo conocimiento lleva a conocer la verdad.

- Parménides quien posiblemente vivió entre los años 580 y 485 A.C., es el principal representante de la Escuela de Elea, y expuso sus ideas - en cuanto ha llegado hasta nosotros - en un poema titulado “Acerca de la naturaleza”, en el cual expone cómo la diosa Diké le mostró las vías del conocimiento, y del cual han subsistido extensos fragmentos. Se afirma que siendo ya anciano viajó a Atenas, donde fue escuchado por Sócrates.
Parménides se constituyó en un persistente crítico de la doctrina de Heráclito y de las representaciones de la Escuela de Mileto, invocando una exigencia intelectual de no contradicción; por considerar que la concepción de las teorías basadas en el movimiento implicaban una contradicción lógica, que hacía que fuera absurda la filosofía de Heráclito.
Parménides sostiene que para comprender la esencia de la naturaleza hace falta disponer de un principio racional que nunca falle, por lo que critica las posiciones anteriores señalando que una cosa no puede al tiempo ser lo que es, y ser lo que no es; de manera que el movimiento, considerado como paso del no ser al ser - como resultaría de la tesis de Heráclito - es imposible.
Él aboga por la existencia del Ser absoluto, conforme al cual “el Ser es, y el No Ser no es”. El Ser es lo estable y permanente; no es sensible ya que los sentidos sólo pueden captar la diversidad de lo cambiante, es puramente alcanzable e inteligible para la razón.
Finalmente, su razonamiento lo conduce a afirmar que la realidad conformada por el Ser verdadero no puede ser conocida por los sentidos; que los sentidos nos muestran una realidad variada y cambiante pero que es contraria a lo que nos ha enseñado la razón, por lo cual los fenómenos de la naturaleza resultan ser una mera apariencia, al igual que el movimiento, cuya existencia niega.
Parménides afirma, en conclusión que lo único que verdaderamente existe es un mundo que está más allá de los sentidos; en el cual las propiedades esenciales del ser son las mismas que las propiedades del pensamiento: “Una, y la misma cosa, es pensar y ser”, sostiene.

- Zenón de Elea quien vivió entre los años 490 y 430 A.C., fue por encima de todo un ardiente defensor de las concepciones de Parménides; para reforzar la demostración de las cuales ideó una serie de ingeniosos argumentos matemáticos, llamados las aporías, término griego que podría aducirse por “callejón sin salida”, como la del arquero y la flecha y la de Aquiles y la tortuga.
En el argumento de Aquiles y la tortuga - que es el más célebre, posiblemente por la anécdota de Diógenes que le quedó adjunta - Zenón pretendió demostrar que el veloz Aquiles, “el de los pies ligeros” de la Ilíada de Homero, nunca lograría alcanzar a una tortuga si le daba ventaja; porque cada vez que él recorriera el trecho que en el primer momento le separara de la tortuga, ella se habría movido un poco más.